Hablemos de la productividad tóxica. Cuando inició la cuarentena encontré muchísimos artículos, notas e imágenes que decían que si no salías de esto con una nueva habilidad habías fracasado, ¿pooooor?
Tal parecía que era una obligación salir del encierro bilingües, con una nueva carrera, proyecto o con un cuerpazo, pero NO. No todos funcionamos igual.
De pronto ese optimismo para ver con buenos ojos la pandemia se convirtió rápidamente en un estrés excesivo y culpa terrible sobre lo que estábamos haciendo con nuestro tiempo.
Muchos la pasamos mal con la ansiedad, la falta de empleo, la falta de sueño o simplemente el trabajo nos absorbía tanto que nos dejaba exhaustos y sin ganas de hacer nada.
¿Está mal? Claro que no. Son tus tiempos, tus necesidades y como tales debemos respetarlos.
También, por supuesto, hay gente que se siente en su ambiente al estar en casa y se los aplaudo. Pero no podemos generalizar los tiempos, espacios ni las emociones.
Descansa. No todo es productividad
Sí, está muy padre que en marzo te hayas puesto como meta tener una productividad impecable en *inserta la disciplina que quieras*, pero es de adultos aceptar que no siempre se puede.
Imagínate que tu objetivo era hacer ejercicio 5 días a la semana y no lo has podido cumplir porque tu jornada laboral es de mínimo es de 12 horas. ¡No, qué estrés!
Y deja tú el estrés que el trabajo y la productividad tóxica generan, también la culpa no poder realizar nuestros objetivos guajiros de cuarentena.
Aquí la pregunta es ¿cómo diablos piensas hacer todo eso cuando estás fundido? Si dices que sí se puede, lamento informarte que no es saludable. Tomar pausas y descansar es primordial para nuestra salud física y mental.
Debemos aprender que descansar no está mal. Escuchar a tu cuerpo cuando te dice «wey, ya» también es sano y es amor propio. Y es bonito. ¡Háganlo!
No le apostemos a esa productividad tan tóxica que nos asfixia en nuestros espacios. Normalicemos el apapacho, el autocuidado y la reflexión. Eso nos hará más saludables.
Cuéntame, ¿te has sentido culpable por no ser más productivo?
es definitivamente triste ver cómo nos estresamos por no lograr objetivos que nos impusimos por «moda» gracias a la pandemia, y por otra parte es deplorable que los «jefes» usen como pretexto el trabajo en casa para exigir más de 12 horas de jornada laboral