El terror de cada año: las preguntas incómodas. Se avecinan las fiestas y aunque ahora no habrán reuniones presenciales, eso no quita que tu tía en videollamada te las haga, pero aquí te explico por qué debes evitar hacerlas.
Para empezar: meterte en la vida de los demás es una grosería, ahora hacer preguntas súper personales es peor y no te hace una mejor persona. Muchas de estas preguntas son de índole sensible y no sabes por lo que el otro esté pasando.
Así que en estas fiestas, por favor, POR FAVOR, muestra un poco de empatía y no hables de temas escabrosos que no te incumben, sí… tampoco hables de quién se quedará con el terreno de la abuela.
Ahora sí: preguntas incómodas a evitar en reuniones familiares
1- ¿Y el novio/la novia?
¡CLÁSICO! Desde que llegas, aún no te preguntan ni cómo estás cuando ya te preguntaron por tu pareja. Y no está mal, pero si la persona no te tiene confianza para hablar del tema no lo hagas público.
Toda la familia está ahí, no es necesario saberlo en ese momento.
Además, tampoco sabes si acaba de terminar con él/ella y puede ser un tema doloroso para tu familiar. No la hagas, ¡en serio!
2- ¿Para cuándo el bebé?
¿Qué son competencias? Aquí tocas un tema personal de una pareja, o sea muy entrometido. Sé que se normaliza, pero no lo hagas.
No sabes si esa pareja ha sufrido abortos este año, no han tenido chance de embarazarse o no pueden por problemas de esterilidad en uno o ambos.
Créeme puede ser un tema bien doloroso para las parejas más cuando han sufrido tanto para ser padres y, también, puede que no quieran serlo y es un dolor de cabeza que te presionan a ser algo que no quieres.
3- ¿Cuándo te casas?
Es una decisión personal y de pareja. Son decisiones acordes a un plan de vida y no tienes por qué meterte en eso. Es chocante que cada año pregunten lo mismo.
4- ¿Subiste/bajaste de peso?
La bendita apariencia física… NADIE debería hacer esta pregunta. Para empezar, es algo que no te incumbe; segundo, es tu simple y llana opinión y; tercero, no seas tan poco empático.
Esa persona que subió de peso puede ser que esté luchando con depresión, ansiedad o algo más que no ha querido compartir por pena.
O…
Esa personas que bajó de peso tenga hipotiroidismo, cáncer, algún desorden alimenticio o algo que le ha afectado el apetito.
Repito: es algo bien incómodo que te pregunten en las fiestas. Evítalo a toda costa.
5- ¿Cuándo te titulas?
El título no te hace ni más ni menos. Es muy chocante cuando te comparan con todos tus primos y tú no tienes pa’ cuándo hacerlo. Cuando respondas diles que si te cooperan para la impresión, a ver si muy interesados en el proceso…
6- ¿Y quién es el hombre y la mujer? < Pregunta incómoda fuera de lugar
Cortesía de mi amigo Charlie. Cuando eres una pareja homosexual es SÚPER común que algún familiar curioso (y chismoso) se quiera enterar quién es el activo y quién el pasivo.
Como si a un hetero le preguntaran lo mismo y uno quisiera hablar de tus preferencias sexuales mientras cenas al lado del nacimiento. ¡NO LO HAGAS!
7- ¿Todavía vives con tus papás?
Se llega a cierta edad donde uno debería mudarse y dejar la casa de sus padres, sin embargo la precarización del trabajo, los sueldos tan bajos y las rentas tan altas y excesivas en la Ciudad de México no lo hacen posible.
Y, como dije más arriba, cada quién tiene su proyecto de vida. No queremos escuchar historias tristes en las fiestas y tampoco temas que provoquen una discusión.
En estas fiestas, lo mejor es evitar las preguntas incómodas porque tú desconoces la situación real de una persona o pareja y puede ser tema escabroso o doloroso.
Además al no hacerlas te vuelves más empático y, dicho sea de paso, menos metiche y chismoso.
Cuéntame, ¿te ha pasado alguna de estas situaciones?
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Súper incomodas esas preguntas, y lo más incómodo es que por muchos años se trivializaron. Creo que la etiqueta y los buenos modales están infravalorados en estos días. Por suerte, siempre habrá alguna persona consciente que nos recuerde el valor de la discreción y más importante todavía: si no te dicen algo privado en tu cara es porque no tienes por qué saberlo.
Hola, Charly. Muy cierto, a veces las familias no visualizan lo privado y quieren saber más de uno más de lo que se quiere compartir.
Gracias por comentar.