Una voz en mi cabeza no paraba de decirme «no eres buena», «no es suficiente», «esfuérzate más», «estás rota», «no sirves», «no mereces vivir». Una voz instalada constantemente y que, aunque lograba silenciarla, nunca se iba. Eso es para mí vivir con distimia.
Sí, tengo distimia. Un trastorno depresivo persistente. Básicamente es una depresión continua y a largo plazo (o sea crónica). Suele tardar en detectarse porque no es tan evidente como la depresión mayor, sólo tienes episodios.
El año pasado la pandemia nos agarró desprevenidos e indefensos en muchos sentidos, estar encerrados y en constante estrés ha creado una pandemia también de salud mental. Ese encierro hizo que se agravaran mis síntomas.
Para mí, la distimia se manifestó como un constante estado de enojo, pesimismo, autoexigencia y autocrítica que raya en lo… ilógico porque nunca, nada, era suficiente y eso me ponía de malas y a la defensiva.
Por ejemplo, cosas muy simples como poner mal una taza o un vaso o que me dijeran algo sobre cómo hacer o no tal cosa me enojaba o me hacía gritar. Otras veces sólo despertaba enojada y no sabía por qué. Otras más simplemente lucía enojada sin razón alguna.
Pero… a finales del año pasado fue la gota que derramó el vaso. La voz en mi cabeza no se callaba, estaba constantemente diciéndome que debería morir, que no valía la pena vivir, me sentía desolada y desesperanzada al grado de dejar de disfrutar cosas que antes me gustaban e incluso me costaba trabajo poder hilar ideas al hablar o escribir.
Síntomas de la distimia
Los síntomas de la distimia pueden aparecer o desaparecer durante años y su intensidad puede cambiar con el tiempo. Lo peligroso con ella es que se puede juntar con una depresión mayor, por lo que puedes tener una «depresión doble».
Algunos síntomas de este trastorno depresivo persistente son:
- Falta de interés en las actividades diarias
- Tristeza, sensación de vacío o depresión
- Desesperanza
- Cansancio y falta de energía
- Baja autoestima, autocrítica o sentirse incapaz o inútil
- Dificultades para concentrarse y tomar decisiones
- Irritabilidad o enojo excesivo
- Disminución de la actividad, eficacia y productividad
- Evitar las actividades sociales (aislamiento)
- Sentimientos de culpa y preocupaciones por el pasado
- Falta de apetito o comer demasiado
- Problemas para dormir
:: VIDEO: ¿Qué es la distimia? ::
¿Cómo está siendo mi proceso?
Les mentiría diciendo que es fácil porque no lo es. Está siendo un proceso arduo, complicado y doloroso al tener que aceptar cosas que me cuesta nombrar y aceptar daños y culpas propias y ajenas. No todos los días son buenos, he tenido días malos donde siento que estaré rota toda la vida y que no tengo remedio.
Por esa razón, me he alejado de las redes sociales durante este tiempo y no había escrito aquí porque no tenía cabeza para aceptar que tengo distimia ni corazón para leer los «échale ganas» o que debo vibrar alto porque lo intenté, les juro que lo intenté.
Sin embargo, me di cuenta que no es una cuestión de voluntad es algo que sale de mi control, pues.
Con este post no busco hacerme la víctima, lo que quiero es visibilizar la importancia de la salud mental, de no juzgar a otros tan cruelmente sin saber más de él/ella porque no sabes la batalla tan grande que puede estar librando y a ser un poco más humanos, más empáticos.
Si tú tienes alguno de los síntomas de depresión o distimia quiero decirte algo: NO estás sol@ puedes contar conmigo para cuando necesites ayuda y, créeme, sí hay una salida no es fácil no es color de rosa, pero la hay. No dudes en buscar ayuda porque yo estoy aquí para ti.
Ayñ, supe de este transtorno cuando me lo comentaste y, en primer lugar, agradezco la confianza, en segundo me llega mucho esto que cuentas porque la vida con un transtorno no es fácil, pero tampoco imposible. Me siento acompañada con tus palabras. Voy a seguir leyéndote 😀