Hace unas semanas estuve pensando en la importancia de crear vínculos fuertes cuando eres foráneo. Realmente nunca me había tocado vivir esa parte, ya que toda mi vida la pasé en la CDMX hasta hace 3 años que me mudé a otro estado.
Llegar a un lugar diferente es difícil y aterrador al mismo tiempo, más porque no cuentas con amigos ni familia cerca que te puedan auxiliar en caso de emergencias y es ahí donde radica la importancia de crearte una tribu poco a poco.
Se sabe que somos animales sociales y, por tanto, nos es tan vital crear vínculos para poder subsistir y progresar, por ello resulta curioso (que no lo es) hermanarte con personas que están en una situación similar: son foráneos.
No es curiosa esta situación porque ellos, al igual que yo, saben sobre la soledad de no tener familia, de haber dejado amigos, vínculos, recuerdos y la comodidad del estado donde vivimos tantos años.
Son ellos quienes saben que pueden contar con una tribu creada a partir del cambio. Una familia que te entiende, que te apoya, que te hace reír y te prepara carnita asada o te enseña cosas nuevas sobre tu propio país.
El vínculo no es tan fácil como se lee
Se lleva meses o años para encontrar a la tribu correcta, he incluso pueden ser varias y con cada una explorar diferentes aspectos de ti.
También está la exploración de sus vidas: ver crecer a sus hijos, ver cómo evolucionan y cómo cambiamos nosotros también como reflejo de nuestro crecimiento. Estos nuevos vínculos o amistades nos permiten salir de nuestra zona de confort.
Realmente cambiar de estado, me ha ayudado a crear vínculos nuevos y preciosos, con intención que apoyan igual o más, a veces, que las mismas familias sanguíneas, si tú lo has vivido sabes de qué te habló.
Es muy diferente la sensación de saberte «dueño» del lugar donde naciste y cobijar a un foráneo, a ser tú el cobijado por alguien que tiene más experiencia que tú en el terreno de ser extraño en el lugar.
Por esto y muchas cosas más estoy profundamente agradecida con los amigos que he formado aquí porque me están permitiendo conocerles, reírnos y comparten un cachito de sus vidas con este ser sensible y caótico.
¿Tú has vivido esta experiencia? Compártela en los comentarios, me encantará leerte.
A lo largo de estos años en los que he estado físicamente -y a veces también emocionalmente- separa de mi familia (la de sangre) he conocido mucha gente, he creado vínculos, algunos que prevalecen, otros que no; he aprendido a confiar en el otro, en el desconocido, que luego se convierte, como bien dices, en familia.
Creo que somos privilegiados por poder vivir esta experiencia, esta sensación de tener familia en muchos lados, esa familia que fuimos encontrando y eligiendo año tras año, no es algo que muchos se atrevan a vivir porque es algo sólo para valientes.
La recompensa es grande y el amor que nos rodea siempre será mucho.
Como nota personal, gracias por ser parte de esa familia.